La lucha de Estonia contra los vaporizadores desechables: La necesidad de un cambio de enfoque
La columnista estonia Mayyada Abdel Salam ha criticado el método actual de control de los cigarrillos electrónicos en Estonia, abogando por que el gobierno dé prioridad a la promoción de estilos de vida saludables en lugar de restringir el acceso. El vapeo se ha convertido en una importante preocupación entre los jóvenes, lo que ha dado lugar a diversas normativas y prohibiciones en todo el mundo. En Estonia, unas 24.100 personas utilizan vapeadores, con restricciones legales sobre su uso en lugares públicos y la publicidad.

Influencia de la Unión Europea en la normativa sobre vapeo
La Unión Europea adopta a menudo un enfoque paternalista de la salud pública, tratando a los adultos como niños. A pesar de los intentos de regular bolígrafos vapeadores, las altas tasas de consumo de Estonia persisten, ocupando el tercer puesto en el índice de estados niñera en 2019. El país también se encuentra entre los más caros para el consumo de alimentos, bebidas y tabaco.
Una amenaza sanitaria más urgente: La obesidad
Mientras el gobierno se centra en la regulación del vapeo, un problema de salud más acuciante se cierne sobre Estonia: la obesidad. Los datos de la Organización Mundial de la Salud muestran que el 53,7% de los adultos estonios mayores de 20 años tienen sobrepeso, y el 20,6% son obesos. El concepto europeo de libertad, que incluye el flujo de bienes, personas, servicios y capitales, debe guiar la formulación de políticas. Sin embargo, la decisión de fumar debe seguir siendo una elección familiar, no un dictado gubernamental.
Normativa y sus limitaciones
Estonia permite la venta de vaporizadores desechables, pero restringe su uso en espacios públicos y la publicidad. Las advertencias sanitarias deben cubrir 30% del envase. Los sabores a tabaco y mentol están permitidos, y la venta a menores de 18 años está prohibida. Desde 2019, Estonia ha prohibido la importación de aceite de e-cigarrillo con sabor, aunque la aplicación fue inicialmente poco clara.
Repensar la regulación: Dar prioridad a estilos de vida saludables
El planteamiento actual de Estonia para regular cigarrillos electrónicos es errónea y puede fomentar consecuencias imprevistas. El gobierno debería dejar de restringir el acceso y promover estilos de vida saludables mediante la educación y los incentivos. Las decisiones personales, como el vapeo, deben dejarse en manos de los individuos y sus familias.
La UE y la libertad: Ampliación a la regulación de Vape
La preocupación de la UE por la libertad debe extenderse a la regulación de los vapeadores. Las políticas paternalistas pueden fomentar un mercado negro, haciendo que los vaporizadores desechables sean más accesibles a los menores. Es hora de que el Gobierno reconsidere su postura sobre los vapeadores y dé prioridad a soluciones basadas en pruebas que tengan un impacto positivo en la salud pública.
Educar y capacitar para tomar decisiones más sanas

La atención debe centrarse en educar y capacitar a las personas para que tomen decisiones sanitarias con conocimiento de causa, en lugar de limitar el acceso a los productos. Las autoridades estonias deben promover un enfoque equilibrado y eficaz de los vaporizadores, en consonancia con el compromiso de la UE con la libertad y la unidad.
Una regulación equilibrada del vapor
En conclusión, Estonia se enfrenta a un complejo reto a la hora de regular bolígrafos vape desechables respetando las libertades individuales y la salud pública. Es crucial un cambio hacia la educación y la capacitación, en lugar de restricciones paternalistas. Al dar prioridad a las soluciones basadas en pruebas y respetar las libertades fundamentales de Europa, Estonia puede fomentar una sociedad más sana sin comprometer las libertades individuales.