MOKI Tech ha observado que el presidente electo Donald Trump ha nominado a Robert F. Kennedy II para el cargo de Secretario de Salud y Servicios Humanos, pendiente de la aprobación del Congreso. Como la postura de Kennedy sobre los vaporizadores y la nicotina sigue sin estar clara, el impacto potencial sobre el mercado de la nicotina y las políticas de Reducción de Daños del Tabaco (THR) es incierto, lo que se suma a la ambigüedad de las futuras direcciones de THR. Como Secretaria, Kennedy supervisaría la FDA, que regula los vaporizadores, las bolsas de nicotina y otros productos de nicotina y tabaco a través del Centro de Productos del Tabaco (CTP). El CTP es conocido por sus estrictos y a menudo engorrosos procesos de regulación, que suscitan muchas críticas.

Barnaby Page, redactor jefe de ECigIntelligence, una empresa de análisis de datos líder en el sector de las alternativas al tabaco, sugiere que la participación de alguien como Kennedy, que aboga por importantes reformas de las instituciones sanitarias, podría traer cambios inesperados e impactos colaterales en la regulación de la nicotina.
Mientras tanto, Trump ha enfatizado el compromiso del gobierno con la salud pública, identificando sustancias nocivas como productos químicos, contaminantes y aditivos alimentarios como los principales culpables de las crisis nacionales de salud. Sin embargo, también ha destacado su postura positiva sobre los productos de vapeo, haciendo hincapié en sus esfuerzos en 2019 para proteger a los adultos-.vapores aromatizados al tiempo que elevaba la edad legal a 21 años para proteger a los menores. Durante su campaña, Trump prometió "salvar el vapeo" y criticó el enfoque regulador más estricto de la administración Biden, destacando correctamente la amenaza para las pequeñas empresas.
En su primer mandato, Trump también propuso transferir la regulación del tabaco de la FDA a una agencia especializada dependiente del Departamento de Salud y Servicios Humanos para simplificar la regulación y reducir los desafíos regulatorios a los que se enfrenta la industria. Con su reelección, esta idea podría resurgir. Page cree que bajo el mandato renovado de Trump, podría haber un cambio en el panorama regulatorio de los productos de tabaco y nicotina de Estados Unidos, aunque los cambios específicos para los nuevos productos de nicotina son poco probables a corto plazo.
En general, debido a la aversión general de Trump a la burocracia y al sistema de la función pública federal, se espera una tendencia más amplia de desregulación. Si bien esto puede aliviar la presión de la industria, a los defensores de la salud pública les preocupa que pueda debilitar las protecciones, especialmente para los jóvenes y los grupos vulnerables. La politización de organismos clave como la FDA podría dar lugar a procesos más ágiles y normas menos estrictas para los productos de nicotina. Sin embargo, este cambio podría ser contraproducente, ya que futuras administraciones podrían utilizar este control para aplicar normativas más estrictas. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) también podrían sufrir cambios, aunque su impacto directo en la regulación del tabaco es limitado.
Mientras tanto, Trump podría centrarse en los aranceles, especialmente contra China, lo que podría interrumpir la cadena de suministro de componentes de vape. Esto podría beneficiar a Fabricantes de vapeadores en China pero podrían aumentar los costes y limitar la disponibilidad del producto. Los gobiernos estatales y locales podrían contrarrestar la desregulación federal con controles más estrictos, manteniendo los sólidos esfuerzos de control del tabaco.
Es probable que el desdén de Trump por la burocracia lleve al desmantelamiento de marcos asfixiantes.
El experto en reducción de daños del tabaco Clive Bates ha detallado las críticas a la gestión de la regulación del tabaco y la nicotina por parte de la CTP de la FDA en su blog, "Bringing the Flamethrower for FDA's CTP Reform". Bates la califica de cara e ineficaz, argumentando que las prácticas de la CTP ahogan la innovación, favorecen a las grandes empresas y descuidan el progreso de la salud pública al obstaculizar el acceso a productos de nicotina de bajo riesgo como los vapes.
En línea con las opiniones de Trump, reitera con acierto que el sistema regulatorio estadounidense obstaculiza el desarrollo de pequeñas empresas con productos potencialmente beneficiosos, creando un mercado oligopolístico que favorece a los cigarrillos tradicionales y alimenta el crecimiento del mercado ilegal de vaporizadores. Entretanto, Bates parece ver con buenos ojos el nombramiento por parte de Trump de los conocidos empresarios Elon Musk y Vivek Ramaswamy para dirigir un nuevo organismo asesor llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés). Aunque no es una agencia gubernamental oficial, se espera que trabaje en estrecha colaboración con la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB), el departamento de la Casa Blanca responsable de racionalizar las operaciones federales y optimizar la eficiencia presupuestaria.
Los informes sugieren que Musk y Ramaswamy proporcionarán asesoramiento estratégico a la OMB para modernizar y aumentar la eficiencia de los departamentos federales. Esta medida indica su compromiso con la reevaluación de las prácticas burocráticas arraigadas y la posible remodelación de los enfoques normativos. Dados sus antecedentes comunes en tecnología, innovación y disrupción del mercado, ambos designados poseen agilidad, rentabilidad y una mentalidad centrada en el consumidor, cualidades a menudo incompatibles con las estructuras gubernamentales tradicionales.
Bates espera que este avance sea significativo, sobre todo para la CTP, responsable de los costosos requisitos de la Solicitud Previa a la Comercialización del Tabaco (PMTA), que suscitan las quejas de expertos en salud pública y líderes del sector. Los críticos sostienen que esta normativa ahoga la innovación en productos de nicotina de bajo riesgo, limita las opciones de los consumidores y fomenta inadvertidamente las ventas en el mercado negro.
Con Musk y Ramaswamy ahora en posición de influir en las iniciativas federales de eficiencia, es probable que se produzcan reformas significativas en el marco regulador de la CTP. Al abogar por procesos simplificados y un enfoque más proporcional al riesgo de la regulación del tabaco y la nicotina, el DOGE puede impulsar reformas para mejorar la seguridad de los consumidores y la accesibilidad del mercado. Para quienes están comprometidos con la reducción de los daños del tabaco, este nombramiento consultivo podría marcar un punto de inflexión hacia un panorama normativo más equilibrado y transparente.